Aunque pareciera que tu partida me destrozaría, resulta que soy una triunfadora sin ti. Resulta que con tu partida me diste valor para enfrentar mi vida y sacar lo mejor de mí. Contrario a lo que todos pensaron que sucedería, me valoro más que cuando estabas aquí. Contigo era una sombra, sin ti soy plena luz. He reescrito mi historia, he valorado mi soledad y mi libertad de admitir lo que odio y lo que me gusta. ¡ME LIBERASTE!
Lo que en un principio parecía una tempestad, ahora resulta ser toda calma. No imaginas lo bello que es despertar sabiendo que no estás más en mi vida y que tus errores, caros los has de pagar. Saber de ti no me hizo ningún mal, simplemente me sacudió cual brisa marina, fue serena la noticia en mi corazón, pues ya nada de ti tiene peso en mí.
Ahora reconozco mi valor humano, mi valor de mujer. He descubierto maravillosas cualidades de las que soy dueña y me valoro aún más, que cuando te conocí. Aprendí a serme leal a mí misma y toda mi ira se convirtió en poesía.
Soy más fuerte y serena, más justa y lo mejor de todo, es que aunque rompiste mis ilusiones sigo pensando que el amor es bello y que soy afortunada de amar con el corazón en la mano. No importa cuántas veces llore, moriré sabiendo lo que es el verdadero amor. La capacidad inmensa de dar la vida por alguien y aunque sea traicionada; siempre seré inolvidable.
La verdad a veces quisiera odiarte pero la realidad, es que no tengo tiempo. Mi energía entera está concentrada en recobrar mis sueños y luchar por ellos. Finalmente tu cobarde huida me ha hecho amarme y regalarle sonrisas a nuevas oportunidades.
Estoy en proceso de transformación, siendo una mujer más madura y con la certeza de que podré cumplir mis metas y celebrar dichas con las personas que siempre han estado y estarán a mi lado.
Soy la mujer que sabe que a tipo de persona quiere amar... y ese, déjame decirte, no eres tú.